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¿Debo o no sacarme las Muelas del Juicio?


Una pregunta que nos hacen mucho es ésta, y su respuesta es “depende”. Ahora vamos a entender un poco más del porqué.

Los terceros molares, más conocidos como “Muelas del Juicio” nombre dado ya que su erupción era alrededor de los 18 años, tiempo en que uno madura o forma su juicio, corresponden a un órgano vestigial, en palabras simples, una pieza que tiene tendencia a desaparecer dada su falta de uso por modificaciones a lo largo de los años (muchos años). El humano en su evolución, fue modificando su dieta al cocinar la comida, y no existe necesidad de masticar tanto para generar un bolo alimenticio. Por eso existen personas que no formaron 1, 2 o ninguno de sus terceros molares, y que en definitiva, en las futuras generaciones, desaparecerán por completo.

Cómo comentábamos, el ser humano optimizó la preparación de sus comidas, sus huesos de la cara se alteraron a su vez en pro de esto, y “ya no masticamos tan atrás”, en una persona con todos sus dientes en función estable, los terceros molares casi no participan en la masticación, de hecho, la concentración de ésta durante la molienda es a la altura del primer molar definitivo, llave de la oclusión (la mordida al cerrar).

Como le digo a algunos pacientes, es como si tuviéramos un gran estacionamiento con 32 autos, y hay 4 sin funcionar acumulando polvo. Muchas veces existe la Indicación de Extracción por Higiene, esto significa que estas piezas al estar ubicadas en un lugar tan atrás en la boca, cuesta mantenerlas limpias, acumulan sarro-bacterias y se lesionan por Caries. El problema es que por tratarse de una enfermedad contagiosa, ellas sin ser útiles, pueden terminar dañando a otras piezas vecinas que si necesitamos. Muy frecuentemente tienen poco espacio para erupcionar, y cuando lo logran hacer, el contacto con el molar siguiente es muy estrecho dificultando uso de hilo dental por ejemplo y derivando en inflamación y eventual Caries. Otro motivo para extraerlas, es una erupción anómala, dónde puede estar inclinadas hacia la pieza siguiente o definitivamente en posición de impactación, horizontal; lo que puede provocar nuevamente Caries por generarse un espacio prácticamente imposible de higienizar y/o daño – reabsorción de la raíz de la pieza contigua, determinando un mal irreparable.

Hay veces en que sólo erupcionan los 2 terceros molares superiores. Al no tener contacto antagonista, es decir, no topar con nada al morder (dado que las de abajo no existen o fueron extraídas) estas piezas (las superiores en el ejemplo) tenderán a “bajar” en el tiempo, años, pero lo harán eventualmente, haciendo que puedan empezar a “molestar” a otros molares, impactar contra la encía de abajo o el peor escenario es que avanzan tanto que en un momento se detienen y se provoca una anquilosis; lo que significa que el diente hace cuerpo con el hueso directamente osificándose, lo cual implicar una extracción muchísimo más compleja.

También se da necesidad de extracción de estas piezas para generar espacio hacia atrás indicado por un tratamiento de Ortodoncia, y así poder distalizar otras piezas que estén apiñadas.


No obstante, existen ocasiones en que estas piezas tienen espacio suficiente en un hueso de buen tamaño, erupcionaron de manera correcta, y la higiene por parte del paciente es impecable. Cuando nos topamos con eso no es raro decidir mantener los terceros molares en boca.

O cuando lamentablemente pacientes perdieron molares en etapas tempranas de su vida, se puede producir que el tercer molar de modo natura va y ocupa el espacio disponible, haciendo las veces de la pieza faltante, o en su defecto, con un tratamiento de ortodoncia se posiciona de mejor modo.

Cabe mencionar que los terceros molares no siguen un patrón estricto con respecto a su forma a diferencia de otros dientes, ellos pueden tener una corona grande o pequeña, más cuadrada u ovalada, 1, 2, 3 o hasta 5 raíces, separadas o fusionadas. Por eso por ejemplo, frente a un tratamiento de conducto el panorama puede ser favorable o no.

Como ven, abarcamos circunstancias en que los terceros molares deben ser extraídos y otras en que no. Es importante evaluar uno a uno en cada paciente, con su respectivo apoyo radiográfico, puesto que su permanencia depende de muchos factores a ser considerados.


Por Dr. Paul Schoihet M.


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