El Coronavirus trajo consigo el uso constante de mascarilla; y de repente muchos comenzaron a notar que tenían mal aliento. Previo a la pandemia, darse cuenta de este problema era algo necesariamente social, dado que por lo general era otra persona (de confianza) la que te lo comentaba “sabes, tienes mal tufo”. Fuera de volverse algo incómodo en compañía, vergonzoso y molesto, a su vez es un problema de salud. Muy poco porcentaje de la Halitosis proviene de si comemos algo de olor fuerte o presentamos problemas estomacales. Tiene que ver mayoritariamente con un problema de higiene y una alta carga bacteriana, ¿Dónde? En la lengua. Resulta que si bien en dientes se acumula placa bacteriana, esas son superficies duras poco porosas, a diferencia de la lengua que es rugosa, donde se almacenan otro tipo de bacterias, las anaerobias, que no necesitan oxigeno para sobrevivir, y en estos espacios angostos se reproducen generando compuestos volátiles sulfurados y hediondos.
Dice la literatura que la lengua debe tener un color rosa pálido, pero cuando están saburrales o sucias, tienen un aspecto más cargado y blanco.
¿Cómo se resuelve? Primero acudir al dentista y evaluar. Seguramente será necesario tratar algún problema de las encías y eliminar sarro, bajar la carga bacteriana, para luego enseñar cómo limpiar correctamente la lengua con un limpiador lingual que es sin dudas lo más importante, acompañado de un colutorio y pasta especial.
No hagamos innecesariamente desagradable el uso de mascarillas, ya que es de todas maneras una gran barrera contra el Covid-19. ¡Ven a vernos y combate el mal aliento!
Comentarios