Las amalgamas corresponden a una aleación de metales usadas como método de obturación en cavidades para restaurar, popularmente conocidas como “tapaduras negras”. Esta maniobra antigua, actualmente va en desuso principalmente por 2 razones. La primeras es la estética, que es un requerimiento muy demandado por los pacientes hoy en todos los trabajos que realizamos. Y el segundo motivo es que eran muy invasivas, y la odontología ha ido volcándose a eliminar lo estrictamente necesario y siempre optar por conservar lo natural. Ambas ideas van respaldadas por el surgir de nuevos materiales, que han permitido este cambio de filosofía. No hay que mirar a menos a la amalgama. Pese a no cumplir con los estándares de belleza actuales, son un material que dada su oxidación de la capa más superficial, genera una barrera que la hace más sostenible en el tiempo. Dicho de otro modo, aunque no para aprovecharse de aquello, requería de menos cuidado para que funcionara por años sin mayor necesidad que un eventual pulido. Mayor era la desventaja de la necesidad de una cavidad retentiva, ¿Qué significa esto? La amalgama se forma en una consistencia de masilla, que entra blanda en una determinada cavidad. Y luego al trabajarla endurece. Y justamente es la configuración de esta cavidad lo que evita que esta se salga, la retiene, ya que la amalgama nunca “hace cuerpo” con el diente (no se pega). Esta forma retentiva implicaba hacer desgastes más allá de lo necesario, es decir, además de eliminar la lesión por Caries, era obligatorio extenderse más allá y sacrificar tejido sano con tal de dar esta forma que “atrape” al material. Si era, y en algunas ocasiones sigue siendo una excelente opción para dientes temporales en niños, donde se entiende que aquellas piezas tienen un tiempo determinado de uso y considerando que muchas veces la dificultad de trabajar con pacientes menores puede ser factor importante al momento de optar por un material u otro, además cabe recalcar que la técnica de cepillado en los pequeños puede ser deficiente, razones para desistir por ejemplo de un composite. Los materiales de obturación en la actualidad y con los que trabajamos en Eudent, son resinas compuestas (polímeros/composite) que son mucho más versátiles, dan la chance de imitar los colores y formas de los dientes tal y cómo son para poder mimetizarse en boca, y cuentan con un protocolo adhesivo en su técnica para fusionarse con el tejido dentario. Ahora al motivo del tema. Muchas veces los pacientes acuden por demanda estética, queriendo cambiar estas tapaduras negras. Y aquí somos criteriosos. Si partimos de la base de que están bien y funcionales, evaluamos la extensión. Si son pequeñas, por lo general no debería haber mayor inconveniente, pese a que siempre le decimos a los pacientes de que están funcionales, es decir, “no hay ningún problema con ellas”, y que cada vez que nosotros sometemos a una pieza dentaria a un nuevo tratamiento, estamos generando un desgaste, trabajando con sustancias ácidas, temperaturas altas. etc., lo que afectan en menor o mayor grado la integridad de esta. Luego pasa por decisión de cada uno. Si las amalgamas son más grandes, y según qué tan grandes, el reemplazo puede ir desde un composite, una incrustación hasta una corona de porcelana u otro. ¿Recuerdan la cavidad de la amalgama? Es más grande de lo que se ve (configuración retentiva), por eso al retirarla, podemos quedar con una pérdida mayor. Por eso es fundamental para un posible cambio de amalgama evaluar cada pieza por separado, y así encontrar la mejor opción para cada una en la búsqueda estética. Todo esto antes mencionado, aplica para cuando estaban bien y funcionales, porque si una amalgama está deteriorada, sea filtrada, fracturada, parcialmente desalojada, hay que retirarla por completo (no existen parches) y rehabilitar cómo sea conveniente para cada caso. A modo de resumen la estética y nuestra imagen, el querer lograr una belleza oral es muy válido, y la respaldamos, pero no hay que cegarse por el abanico de opciones que hay en tratamientos cuando estos podrían ser innecesarios para cada caso, o al menos sopesar que es más importante para ti, pero siempre habiendo sido correctamente informado de los pro y contra. Con esto la invitación es a realizar siempre un buen análisis previo para estar seguros del tratamiento a escoger y contentarse con la decisión tomada. Función y estética.
eudent
Amalgamas: ¿Conviene cambiarlas?
Actualizado: 29 jul 2020
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